El atractivo italiano Alex Roman disfruta de un encuentro excitante con el payaso. Despertándose en su mazmorra, el chico guapo está desorientado y curioso sobre dónde está, quién está de pie sobre él en esa máscara de payaso kinky, y qué placeres le esperan. Atado a la silla con un cableado industrial resistente, no hay escapatoria, y eso es exactamente lo que el payaso quiere - darle una experiencia inolvidable. Desnudándolo y poniendo sus manos sobre el liso y delgado Alex, quiere ver al chico disparar su carga antes de que termine la sesión, y pone sus manos a trabajar mientras se acerca al chico atado que responde con entusiasmo al toque y deseos del hombre peludo y musculoso. El payaso sabe exactamente cómo hacer que hasta los chicos más excitados disparen sus cargas, y ofrece una sesión de edging intensa que no decepciona.