El musculoso y peludo Payaso ha vuelto con más compañeros para darles placer. Totalmente anónimo, el enmascarado disfruta de la sensación de control sobre sus hombres en forma que se encuentran atados a la silla, incapaces de liberarse hasta que liberen sus cargas, vaciando sus bolas sobre los antebrazos peludos, sus propias piernas o abdominales. El esbelto francés Guillaume Wayne es el siguiente y es sometido a un procedimiento riguroso mientras le tocan y acarician la polla y las pelotas, el payaso le vigila muy de cerca mientras intenta moverse, pero no lo consigue y él, como todos los demás, tiene que sentarse y disfrutar del juego sexual, y eyacular su carga antes de ser liberado.