Un sótano. Dos cabezas rapadas frente a frente, masturbándose mutuamente y admirando sus pollas. Uno ya está seduciendo al otro con la mirada, porque lo lleva en la sangre. Y el tío que le está mirando va a disfrutar de lo lindo, dejándose follar la boca y el culo durante largos minutos. ¡Un polvo puro entre hombres de verdad que lo desean!