Todos necesitamos un poco de ayuda de vez en cuando, y con los sacerdotes sexys y bien dotados Theo y Kayden ofreciendo ánimo a sus feligreses, ¿qué podría salir mal? Cuando la cabina está ocupada, se corren las cortinas y los confesores se arrodillan, ¡es una ayuda más física que espiritual! ¡Se abre una puerta furtiva y sale una mano amiga o una polla gruesa y jugosa para darles placer y tener sexo intenso! Tanto Kayden como Theo tienen la polla perfecta para disfrutar, enorme, gruesa y palpitante, es el fantasia de todo hombre hecho realidad, y una Penitencia que definitivamente vale la pena. ¡Si esta es la ruta al cielo, imagina cómo es una vez allí!